GT DIGITAL NEWS, INTERNACIONAL. El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, advirtió este jueves desde la provincia andina de Chimborazo, que denunciará por «terrorismo» a quienes presionen a los agricultores con restringir su derecho al agua si se niegan a protestar contra su Gobierno por la eliminación del subsidio al diésel.
El mandatario dijo que indicó a la
ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, que se asegure de que ningún
líder gremial amenace a los agricultores y que, de ser así, irían presos
durante treinta años.
El mandatario acudió a Riobamba, capital de Chimborazo, para
entregar cien tractores, 8.000 bonos e inyectar directamente cien millones de
dólares a los campesinos de la región. Los bonos ascienden a 1.000 dólares y ya
se repartieron entre 70.000 beneficiarios.
El
acto se celebró a la vez que la asamblea extraordinaria de la Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la organización social más
grande del país andino, que igualmente en Riobamba culminó con la convocatoria
a un «paro nacional indefinido» contra el alza del diésel.
El movimiento indígena ya logró detener en 2019 y 2022 las dos
ocasiones anteriores donde se intentaron eliminar los subsidios a los
combustibles, al liderar masivas protestas a nivel nacional que obligaron a los
entonces presidentes Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023) a
dar marcha atrás en sus decisiones.
Antes
de conocerse la decisión de la Conaie, el mandatario declaró que no podía
permitir que quienes perdieron año tras año las elecciones fueran a dañar su
gestión y el trabajo de los agricultores con presiones para hacer actos
violentos, en referencia al movimiento indígena, que participa en la política a
través de su brazo político, Pachakutik.
El
ahora expresidente de la Conaie Leónidas Iza (2021-2025) fue el candidato
presidencial en las últimas elecciones celebradas en abril y quedó en tercer
puesto.
La eliminación del subsidio, anunciada el pasado viernes, ha
generado tensión social en el país y ha provocado manifestaciones en las calles
y el recién convocado paro nacional indígena, pese al estado de excepción
decretado el martes por el presidente Noboa en aquellas provincias donde pueden
suscitarse movilizaciones.
La
medida elevó el precio del diésel de 1,80 a 2,80 dólares por galón (3,78
litros) y el Gobierno espera liberar 1.100 millones de dólares anuales, que ha
anunciado se destinarán a proyectos de protección social y a incentivos para
pequeñas y medianas empresas.
Esta
decisión forma parte del paquete de recortes impulsado por el presidente Noboa
para reducir el déficit fiscal, que al asumir el poder rondaba los 5.000
millones de dólares -equivalentes a cerca del 5 % del producto interno bruto
(PIB)-, y cumplir con los objetivos acordados con el Fondo Monetario
Internacional (FMI), con quien Ecuador mantiene un acuerdo crediticio por 5.000
millones de dólares en cuatro años (2024-2028).
Antes de eliminar el subsidio al diésel, Noboa
ya había retirado el año pasado las subvenciones a las gasolinas Extra y Eco
País, dos combustibles de 85 octanos que son los más consumidos en el país. Lo
hizo mediante una semiliberalización de precios, implementando un sistema de
bandas que ha ido igualando progresivamente sus valores con los precios
internacionales.


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